Nobuo Nakagawa (10)

Nobuo Nakagawa 中川 信夫

Kabukinetica
Los lamparones de humedad con que la muerte mancha las paredes de las películas de Kiyoshi Kurosawa tienen al menos un antecedente concreto: Historias de fantasmas de Yotsuya, de Nobuo Nakagawa. Las apariciones de fantasmas con rostro deforme que cuelgan de los techos en las varias versiones de la misma película que no se cansa de filmar una y otra vez Takashi Shimizu, también tienen un referente específico: La mansión del gato fantasma, de Nobuo Nakagawa. ¿Quién es, entonces, Nobuo Nakagawa? Un director japonés industrial que comenzó a filmar a fines de la década del 30 y acabó en 1982, dos años antes de su muerte a los 79 años. De las ocho películas que ha proyectado la Lugones en la reciente retrospectiva que le dedicó, las primeras cuatro se inscriben, según el programa de la misma, dentro del cine de aventuras fantástico, el film de yakuzas, el drama romántico juvenil y el melodrama con tinte noir. La variedad de géneros abordada por el director nos tienta a pensar en un artesano al servicio de los estudios de entonces. La eficacia, a menudo brillante, de las otras cuatro películas de terror que integraron el ciclo, da cuenta de un director versátil. De alguien capaz de incluir complejas reflexiones sobre la representación junto a instantes semigore y golpes de efectos físicos, primarios, pero ajustados a la operación de cruce (como apareamiento algo brutal de géneros dispares) entre cine y kabuki que practica Nakagawa.

Hace más de 75 años Sergei Eisenstein salió poco menos que alucinado después de ver una puesta de teatro kabuki y anunció que “el cine sonoro estaría obligado con los japoneses”. Lo que vio en el kabuki fue “un método de contrapunto para combinar imágenes visuales y auditivas”, la capacidad de articular en escena voces, sonidos, espacios y movimientos como el cine lo hacía gracias al montaje para dar a luz lo que denominó como un “monismo de conjunto” articulado dialécticamente. Esta percepción que tuvo Eisenstein de las cualidades cinemáticas del kabuki se ven confirmadas por la agilidad formal de las películas de Nakagawa, los cambios de tono que se experimentan en una misma secuencia, la cambiante configuración de los espacios que traslada el lugar de la representación del ámbito teatral y público al doméstico y luego al aún más privado de la mente (es común que recurra a sobreimpresiones y efectos cromáticos para instalarnos en el teatro de la culpa que empieza a funcionar en la conciencia de sus personajes), y una serie de motivos reversibles que abren el plano a otras dimensiones y están cargados de (doble) sentido, escritos por el anverso y el reverso con significados que a veces se duplican y otras se multiplican, pero siempre desmienten la unilateralidad tranquilizadora de las apariencias.

En La mansión del gato fantasma el movimiento de la cámara sobre su eje, en simultáneo con la oscilación de un espejo, delata la naturaleza espectral y peligrosa de una anciana, quien más tarde revelará su condición felina por un sorprendente, sobrenatural y repentino salto hacia atrás. La película misma es un calculado juego de mutaciones que comienza con el corte de luz de un hospital pesadillesco y noir en el que la voz en off de un doctor recuerda su mudanza a una casa de campo (primer flashback) en donde se sucedieron visiones extrañas que afectaron a su esposa y cuyo origen sólo pudo ser explicado por un monje mediante un segundo flashback que violenta el blanco y negro de la película virándolo imprevistamente al color con un travelling que parece la pincelada de un pintor. Esta operación invierte el sentido temporal del avance tecnológico cinematográfico, destina el blanco y negro de los orígenes a la representación del presente y se vale del color para mudarnos al pasado feudal o, mejor dicho, al universo de la representación truculenta efectuada por el kabuki de un pasado cuyas pasiones afectan a los actores del presente y disuelven la división entre esfera pública y privada.

En Koheiji vive, su última película, Nakagawa filma la rutina de tres actores ambulantes que viven actuando, y se vale de los mosquiteros y las puertas corredizas típicas de una casa japonesa como telones de un teatro, instalando primero la incertidumbre sobre el carácter representativo de lo que vemos —que se corresponde con los sentimientos amorosos encontrados de los personajes (dos de ellos están casados pero el tercero desea a la mujer de su amigo y un hombre terminará asesinado a otro)— y, luego del crimen, la duda sobre la entidad del fantasma, sobre la idea misma que se hace nuestra mente del entero edificio de lo real, y sobre la adscripción exclusiva de la película al cine de género. Es que Nakagawa se vale de un tema japonés clásico (la venganza como forma ritual de recuperar el honor y lavar el ultraje) para pensar desde el presente la impostura sobreactuada de ciertos valores culturales, pero sin olvidarse jamás de que el cine, como antaño el kabuki, es un espectáculo experimental y popular a la vez.


Kaidan Eiga
Nobuo Nakagawa, el hombre que relanzó y volvió a dibujar el kaidan eiga. Crueles cuentos de fantasmas y asesinados, morales retablos kármicos que llevó a la cumbre expresiva y plástica en títulos como Kaidan kasane-ga-fuchi (algo así como El fantasma del pantano de Kasane) en 1957 y especialmente la sobrecogedor, Tôkaidô Yotsuya kaidan (más o menos La historia del fantasma de Yotsutya, en la región de Tokai), realizada en 1959 ya en color. Una joya que prometo traer en breve para extenderme más sobre esta concepción del horror y la culpa llena de simbolismos (el agua estancada) que además utiliza la pasión del público japonés por las historias contadas una y otra vez.

Entre medias de estos dos títulos más distintivos de su estilo y temática en la casa -a los que cabría añadir Borei kaibyo yashiki o La mansión del gato fantasma de 1958, sobre ese clásico nipón de las mujeres reencarnadas en gatos para cumplir su venganza y que mezcla distintos tiempos en color/blanco y negro con técnicas de representación totalmente kabuki (la mujer gato está encarnada por al veterana actriz Fujie Satsuki) y Jigoku (Infierno, 1961) que con su representación del infierno budista resultó ser la última producción de la Shintoho- el director rueda La mujer vampiro. asia-team

Director (93 credits)
1982 Kaiidan: Ikiteiru Koheiji
1969 Yôen dokufu-den: Okatsu kyôjô tabi
1969 Yôen dokufu-den: Hitokiri okatsu
1969 Sakura-sakazuki: gikyôdai
1968 Kaidan hebi-onna
1963 Otoko no arashi
1963 Nihon zankoku monogatari (Documentary)
1962 Inazuma tôge no kettô
1962 Kishû no abarenbô
1962 Maboroshi Tengu
1962 Kanashimi wa itsumo haha ni
1962 Hatamoto taikutsu otoko: nazo no sango yashiki
1961 Happyakuman seki ni idomu otoko
1961 'Nendo no omen' yori: kaachan
1961 Hatamoto kenka taka
1960 Jigoku
1960 Onna shikeishû no datsugoku
1959 Zoku Raiden
1959 Raiden
1959 Tôkaidô Yotsuya kaidan
1959 Nippon romansu ryokô
1959 Kagebôshi torimonochô
1959 Onna kyûketsuki
1958 Kenpei to yûrei
1958 Bôrei kaibyô yashiki
1958 Tenka no fukushôgun: Mito manyûki
1958 Dokufu Takahashi Oden
1957 Hibarigaoka no taiketsu
1957 Kaidan Kasane-ga-fuchi
1957 Ningyô Sashichi torimonochô: Ôedo Ushimitsudoki
1957 Fûun kyû nari Ôsaka jô: Sanada jûyûshi sô shingun
1956 Ningyô Sashichi torimonochô: Yôen roku shibijin
1956 Kaii Utsunomiya tsuritenjô
1956 Ashura san kenshi
1956 Koi sugata kitsune goten
1956 Kyûketsu-ga
1955 Aogashima no kodomotachi - Onna kyôshi no kiroku
1955 Natsume Sôseki no Sanshirô
1955 Banba no Chûtarô
1954 Ani-san no aijô
1954 Horafuki tanji
1954 Ishinaka sensei gyôjôki: seishun musenryokô
1954 Wakaki hi no takuboku: Kumo wa tensai de aru
1953 Shishun no izumi
1953 Edo no kadô
1953 Kinsan torimonochô: nazo no ningyôshi
1953 Haresugata: Izu no Satarô
1953 Edokko hangan
1952 Yûyake Fuji
1952 Kyô wa kaisha no gekkyûbi
1952 Itoshigo to taete yukamu
1952 Koikaze gojûsan-tsugi
1952 Inu-himesama
1952 Umon torimonochô: Hikanoko ihen
1951 Sasurai no kôro
1951 Takaharu no eki yo sayônara
1951 Hatamoto taikutsu otoko: tôjin-gai no oni
1951 Wakasama samurai torimonochô: noroi no ningyôshi
1951 Matashirô gyôjôki: Onihime shigure
1951 Umon torimonochô: Katame ookami
1950 Wakasama samurai torimonochô: nazo no nômen yashiki
1950 Amakara chindôchû
1950 Atariya Kinpachi torimonochô: senri no tora
1950 Tsukinode no kettô
1949 Rinchi
1949 Enoken no Tobisuke bôken ryokô
1949 Shin'ya no kokuhaku
1948 Basha monogatari
1941 Gubijinsô
1941 Akatsuki no shinpatsu
1940 Dengeki musuko
1940 Enoken no wanwan taishô
1940 Enoken no homare no dohyôiri
1940 Kingorô no musume monogatari
1939 Enoken no yajikita
1939 Shinpen Tange Sazen: Sekigan no maki
1939 Enoken no ganbari senjutsu
1939 Enoken no mori no Ishimatsu
1938 Gekka no wakamusha
1938 Itahachi jima
1938 Nihon'ichi no okappiki
1937 Onna Sazen: Dai-ni hen: maken no maki
1937 Onna Sazen: Dai-ichi hen: yôka no maki
1937 Hatamoto Hachimanki
1937 Hatamoto gonin otoko
1936 Yarimochi-dô
1936 Shura hakkô: Dai-san-pen
1936 Akutarô shishi
1935 Hakone hachiri
1935 Goyôuta Nezumi kozô
1935 Haji wo shirumono
1935 Tôkai no kaoyaku
1934 Yumiya hachiman-ken
IMDB

Enlaces completados:
OK Onna shikeishû no datsugoku (Nobuo Nakagawa, 1960)
OK Yoen dokufuden: Okatsu kyojo tabi (Nobuo Nakagawa, 1969)
OK Yoen dokufuden Hitokiri okatsu (Nobuo Nakagawa, 1969)
OK Bôrei kaibyô yashiki (Nobuo Nakagawa, 1958)
OK Kaidan hebi-onna (Nobuo Nakagawa, 1968)
OK Kaidan Kasane-ga-fuchi - The Ghost of Kasane (Nobuo Nakagawa, 1957)
OK Dokufu Takahashi Oden (Nobuo Nakagawa, 1958)
OK Onna kyuketsuki (Nobuo Nakagawa, 1959)
OK Jigoku (Nobuo Nakagawa, 1960)
OK Kaii Utsunomiya tsuritenjô (Nobuo Nakagawa, 1956)
OK Tôkaidô Yotsuya kaidan (Nobuo Nakagawa, 1959)

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